El trastorno bipolar o enfermedad maníaco depresiva consiste en cambios en el estado de ánimo que oscilan entre dos polos opuestos, alternando entre episodios periódicos de síntomas depresivos clásicos y episodios periódicos de gran júbilo y felicidad, ánimo eufórico o irritabilidad (también llamados fase maníaca) o hipomanía (que serían episodios de un estado de ánimo más elevado de lo normal, pero sin excederse al grado que lo excede la manía).
Todos en un momento de la vida presentan altibajos en el estado de ánimo y es normal sentirse a veces animado y alegre y otras veces más triste y taciturno. En el trastorno bipolar, sin embargo, estos cambios son exagerados o totalmente fuera de lugar en relación con los acontecimientos que están teniendo lugar en sus vidas y afectan a la conducta, el pensamiento, los sentimientos, la salud física y el funcionamiento general de estas personas.
Entre un episodio y otro suele haber periodos de normalidad, aunque existen diferencias según cada persona: por ejemplo, a veces no hay periodos de normalidad, sino estados depresivos y maníacos que varían en intensidad y gravedad; otras veces predomina un estado depresivo constante cuyos síntomas varían en intensidad, interrumpidos por algunos episodios maníacos o hipomaníacos. Los episodios pueden durar días, semanas, meses o incluso años. Por término medio, los episodios maníacos, sin tratamiento, duran unos pocos meses y la depresión unos seis meses. En muchos casos es estacional: la depresión es más frecuente en otoño e invierno y la manía en primavera o verano.
SÍNTOMAS
El trastorno bipolar es una enfermedad que consta de dos fases: la fase depresiva y la fase de manía.
Durante la fase depresiva se deben presentar 5 de las siguientes condiciones durante por lo menos 2 semanas: Sentimientos de tristeza, desgano, o vacío. Se pierde el interés generalizado en cosas que antes llamaban la atención. Hiporexia o hiperfagia. Problemas para dormir (se duerme mucho o casi no se duerme). Los movimientos son lentos; se siente el cuerpo pesado. Hay apatía, fatiga o poca energía. Hay sentimientos de impotencia, culpabilidad. Disminución en la concentración y memoria. Hay ideas constantes de muerte y en ocasiones se llega al suicidio.
Durante la fase de manía ocurre totalmente lo contrario, la persona presenta: Incremento de la actividad física y mental y la energía. Estado de ánimo muy entusiasta, optimismo exagerado y confianza en sí mismo. Una autoestima exagerada, delirios de grandeza, sentido excesivo de presunción. Comportamiento provocativo, entrometido o agresivo Irritabilidad excesiva. Pensamientos acelerados e inconexos, habla más rápido que de costumbre. Distracción fácil, no se puede concentrar bien. Impulsividad. Hiperreacción a estímulos. Molestia por simples comentarios o cosas triviales, irritabilidad inapropiada. Mal juicio (insensatez), comportamiento imprudente. Conducta social inapropiada. Gasta dinero excesivamente y contrae deudas importantes. Generosidad. Aumento en la autoestima, puede pensar que es poderoso y mejor que los demás. Exceso de energía, júbilo inapropiado. Menos necesidad de dormir sin experimentar cansancio. Falta de discernimiento con respecto a la dolencia. Aumento de la libido (del deseo sexual) Alucinaciones o ideas extrañas La Hipomanía. Se refiere a un nivel leve a moderado de manía que puede hacer sentirse muy bien a la persona. Sin embargo, esto puede tornarse en manía severa o cambiar a depresión.
¿Cómo puedo identificar la hipomanía? Si se presentan períodos de varios días en que su estado de ánimo está muy elevado, irritable y/o. • Se siente más seguro de sí mismo de lo normal • Necesita dormir menos • Si conversa más de lo habitual • Sus pensamientos vienen y van más rápido de lo usual • Si se distrae con más facilidad o tiene problemas para concentrarse • Está más enfrascado en sus objetivos en el trabajo, la escuela o el hogar. • Si está más involucrado en actividades de placer o de alto riesgo, tales como gastar dinero o tener sexo. • Siente que hace o dice cosas diferentes de lo normal • Otras personas dicen que usted está actuando en forma extraña o que no es usted mismo.
Muchas personas no buscan ayuda profesional durante los períodos de manía porque creen que los síntomas maníacos (mayor energía, estado de ánimo extremo, mayor instinto sexual, etc.) tienen un impacto positivo en ellos. Sin embargo, cuando a los síntomas de la manía no se les da tratamiento, éstos pueden conllevar a situaciones ilegales o con peligro para la vida porque la manía con frecuencia implica una capacidad de juicio deficiente o comportamiento irresponsable. Los comportamientos maniáticos varían de persona a persona.
El sitio web de la NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental de los E.E.U.U. de América, National Institute of Mental Health US) ofrece los siguientes comentarios de personas con trastorno bipolar que otorgan una valiosa percepción de los diversos estados de ánimo asociados a esta enfermedad:
Depresión: Dudo completamente de mi capacidad de hacer algo bien. Parece como si mi mente se hubiera enlentecido y quemado hasta el punto de quedar virtualmente inutilizada…(Yo estoy) hechizado/a … con la total y desesperada consternación de todo esto…Otros dicen, Es sólo temporal, va a pasar, te vas a sobreponer, “pero por supuesto que no tienen idea de cómo me siento, aunque creen que lo saben. Si no puedo sentir, moverme, pensar o importarme, ¿cuál es el asunto de todo?”.
Hipomanía: Al principio cuando estoy “hiper”, es tremendo … las ideas son muy rápidas… como cometas en el cielo que tú sigues hasta que aparecen las más brillantes…desaparece toda timidez, de pronto todas las palabras y gestos correctos están allí…personas no interesantes, las cosas se tornan intensamente interesantes. La sensualidad es penetrante, el deseo de seducir y ser seducido/a es irresistible. Tienes hasta la médula infundida con increíbles sentimientos de facilidad, poder, de bienestar, de omnipotencia, de euforia…puedes hacer cualquier cosa … pero, en alguna parte esto cambia.
Manía: Las ideas rápidas se tornan demasiado rápidas y hay demasiadas… una confusión sobrecogedora reemplaza a la claridad…dejas de estar al día con ello, se va la memoria. El humor infeccioso deja de divertir. Tus amigos se asustan…. ahora todo va a contrapelo… estás irritable, enojado/a, asustado/a, incontrolable y atrapado/a”.
TIPOS DE TRASTORNO BIPOLAR Según los patrones y severidad de los síntomas, o episodios, de los altibajos, se pueden determinar los diversos tipos de trastorno bipolar. El trastorno bipolar tipo I se caracteriza por uno o más episodios maníacos o episodios combinados (síntomas de manía y depresión que ocurren casi todos los días por lo menos durante 1 semana) y uno o más episodios depresivos mayores. El trastorno bipolar tipo I es la forma más severa de la enfermedad, marcada por episodios maníacos extremos.
El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por uno o más episodios depresivos acompañados por lo menos de un episodio hipomaníaco. Los episodios hipomaníacos tienen síntomas similares a los episodios maníacos, pero son menos severos; sin embargo, deben ser claramente diferentes a los de una persona que no tiene un estado de ánimo depresivo. Para algunas personas, los episodios hipomaníacos no son lo suficientemente severos para ocasionar problemas notorios en las actividades sociales o en el trabajo. Sin embargo, en otros, éstos pueden ser molestos. El trastorno bipolar tipo II puede ser mal diagnosticado como depresión si usted y su médico no observan las señales de hipomanía. En una encuesta reciente realizada por la Alianza para el Apoyo a Personas con Depresión y Trastorno Bipolar (DBSA, por sus siglas en inglés), casi siete de cada diez personas con trastorno bipolar habían recibido un diagnóstico equivocado, al menos una vez. El sesenta por ciento de esas personas habían sido diagnosticadas con depresión.
El trastorno ciclotímico se caracteriza por cambios en el estado de ánimo que se tornan crónicos y que implican períodos de hipomanía y depresión. Los períodos de los síntomas de depresión e hipomanía son cortos, menos severos y no se presentan con regularidad, tal como se experimenta en el trastorno bipolar I o II. Sin embargo, estos cambios en el estado de ánimo pueden perjudicar las relaciones sociales y laborales. Muchas de las personas, pero no todas, que tienen ciclotimia desarrollan una forma más severa de la enfermedad bipolar.
También existe una forma de la enfermedad llamada trastorno bipolar sin especificación (NOS, en inglés) que no cabe en ninguna de las definiciones anteriores.
Síntomas psicóticos En algunos casos, los síntomas maníacos o depresivos pueden acompañarse de síntomas psicóticos. Psicosis significa estar fuera de contacto con la realidad por lo menos parte del tiempo. Los síntomas psicóticos son percepciones falsas, como alucinaciones visuales, auditivas u otras alucinaciones sensoriales, y delirios: falsas creencias que son impermeables al pensamiento racional. Tales delirios tienden a reflejar el ánimo encendido o deprimido. Puedes leer más acerca de los síntomas psicóticos en Esquizofrenia.
¿Qué tan seguido cambia el ánimo? Las personas pueden experimentar estados de ánimo de un tipo durante varias semanas o meses antes de cambiar. En otros casos, se produce una oscilación diaria denominada ánimos rápidos re-ciclantes que son muy difíciles de manejar. Cabe agregar que una persona no puede autodiagnosticarse. Solamente un profesional de la salud adecuadamente entrenado puede determinar si usted padece de trastorno bipolar y en base a eso definir el tratamiento más adecuado para usted.
CAUSAS El trastorno bipolar, por lo general, comienza en la última etapa de la adolescencia (a menudo aparece como depresión durante los años de adolescencia), aunque puede empezar en la niñez temprana o más tarde. Cuando los síntomas aparecen antes de los 12 años, a menudo se los confunde con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD), un síndrome que generalmente se caracteriza por dificultades serias y persistentes que producen falta de atención o concentración, impulsividad e hiperactividad Se ha mejorado la detección del trastorno bipolar en los niños pequeños, aunque continúa siendo difícil diagnosticarlo.
Aunque no se conoce exactamente el mecanismo que da lugar a este trastorno, se habla de causas múltiples: genéticas, psicológicas, ambientales y emocionales. Los familiares de pacientes bipolares tienen más probabilidades de tener trastornos del estado de ánimo, como depresión o trastorno bipolar. Un gemelo idéntico de un bipolar tiene tres veces más probabilidades de ser bipolar que cualquier otro hermano (80% para los gemelos idénticos frente a 16% para los hermanos no gemelos). Actualmente no se sabe con certeza qué o cuál es la causa de esta enfermedad, sólo se conoce que los factores orgánicos junto con algunos eventos en el medio ambiente, inciden sobre su aparición y desarrollo.
Sobre todo los episodios maníacos suelen ser desencadenados por un acontecimiento estresante. Aquí hay que tener en cuenta que lo que es estresante para una persona puede no serlo para otra, por lo que lo importante no es el acontecimiento en sí mismo, sino el hecho de que la persona lo interprete como estresante.
PREVALENCIA.
Esta enfermedad afecta aproximadamente al 1% de la población general, la tasa de prevalencia se aumenta si la persona tiene familiares que han presentado un padecimiento similar o un cuadro depresivo mayor.
Un número igual de hombres y mujeres contraen esta enfermedad (los hombres tienden a empezar con un episodio maniaco; en cambio las mujeres con un episodio depresivo, también es más frecuente el ciclo rápido, más manías disfóricas (estado mixto) y más hipotiroidismo debido al tratamiento con litio. Se presenta en cualquier edad, raza, grupo étnico y clase social. La enfermedad tiende a ser hereditaria y parece tener vínculos genéticos. Al igual que la depresión y otras enfermedades graves, el trastorno bipolar también puede afectar de manera negativa a los cónyuges y compañeros, familiares, amigos y colaboradores.
Por término medio, las personas con trastorno bipolar son mal diagnosticadas durante unos 8 años y alrededor del 60% no recibe el tratamiento adecuado. Más del 50 % abusa de alcohol y drogas durante su enfermedad. El 60 % de las mujeres que se quejan de síndrome premenstrual, en realidad tienen una depresión crónica que puede ser bipolar o unipolar y que se agrava antes de la menstruación.
Las mujeres con depresión posparto tienen más probabilidades de tener una depresión bipolar que unipolar. Los adolescentes que tienen una depresión con síntomas psicóticos casi con toda seguridad son bipolares.
TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO BIPOLAR
Existen diversas terapias para el trastorno bipolar y hay nuevos tratamientos prometedores que actualmente están en proceso de investigación. Debido a que el trastorno bipolar puede ser difícil de tratar, se recomienda enormemente que usted consulte a un especialista en salud mental o psiquiatra con experiencia en tratar esta enfermedad. Su tratamiento puede incluir medicamentos y terapia hablada.
Informe todos los síntomas que usted haya tenido en el pasado, aunque no los tenga en el momento de su cita. Debido a que estas enfermedades pueden ser hereditarias, revise los antecedentes médicos de su familia. Dígale a su médico si uno de sus familiares experimentó cambios bruscos en los estados de ánimo, fue diagnosticado con un trastorno de este tipo, tuvo “crisis nerviosa” o fue tratado por abuso de alcohol o droga. Con el diagnóstico correcto, usted y su médico tienen mejores posibilidades de encontrar un tratamiento que sea adecuado para usted. Hasta el momento no se ha encontrado una cura, pero si un tratamiento que puede controlar esta enfermedad, el cual está basado en los síntomas, la causa precipitante, la severidad y duración de esta.
El tratamiento más común es el uso de medicamentos asociado con la psicoterapia. El uso y control de medicamentos debe estar a cargo de un psiquiatra y solo él puede hacer cambios en la dosis.
Los tipos más importantes de medicamentos usados para controlar los síntomas del disturbio bipolar son estabilizadores de ánimo, anticonvulsivantes, antipsicoticos y en casos sumamente cuidados los antidepresivos. Un doctor puede también prescribir otros medicamentos para ayudar con el insomnio, la ansiedad, la inquietud, o los síntomas psicóticos.
Estabilizadores de ánimo. Los estabilizadores de ánimo son usados para mejorar síntomas durante episodios agudos maníacos, hipomaníacos, y mixtos. Pueden a veces también reducir síntomas de depresión. Son el apoyo del tratamiento preventivo a largo plazo tanto para la manía como para la depresión. Tres estabilizadores de ánimo están siendo utilizados ampliamente. • El Litio • Valproato • Carbamazepina.
Afortunadamente, cada uno de los tres estabilizadores de ánimo tiene diferentes acciones químicas en el cuerpo. Si uno no trabaja para usted, o usted tiene efectos secundarios persistentes, su doctor puede sugerir otro, o dos medicamentos de combinación en dosis que usted puede manejar. Para los tres estabilizadores de ánimo se hacen pruebas de la sangre para determinar la dosis correcta y para monitorear la seguridad del efecto correcto.
Estabilizador de ánimo durante un episodio maníaco agudo. Las drogas de primera línea para el tratamiento de una fase de un episodio maníaco agudo son litio y valproato. Al elegir entre ellos, el doctor tendrá en cuenta si ya estas medicinas han trabajado en el pasado o si hay efectos secundarios particulares que podrían afectar su preferencia. Cuando todo ya es igualmente considerado, la decisión inicial puede ser que sea en el subtipo del disturbio bipolar que el paciente tenga.
Los expertos prefieren litio para pacientes con ánimos eufóricos (extremadamente alegres) y valproato para pacientes con manifestaciones mixtas (episodios maníacos con un ánimo muy infeliz o irritable) o para pacientes que tienen ciclos de cambios rápidos. El tratamiento agudo con litio o valproato ayuda generalmente en forma significativa a las pocas semanas. Sin embargo, si el primer medicamento no trabaja bastante bien, el doctor puede cambiarle a otro o combinarlos. Carbamazepina es también útil como un respaldo, especialmente para episodios mixtos o de ciclos de cambios rápidos. Medicamentos adicionales.
Durante el tratamiento agudo de la manía, el paciente puede necesitar ayuda para el insomnio y reducir su agitación mental o física. El medicamento de antipsicótico es de gran ayuda si tiene ilusiones, alucinaciones, o la agitación severa. Estas medicinas adicionales pueden también ser necesitadas porque puede tomar algunas semanas para obtener el efecto completo de los estabilizadores del ánimo. Mientras se recupera, la dosis de estas medicinas son generalmente disminuidas. Puede que sean descontinuadas dentro de algunas semanas o meses.
Antidepresivos. Aunque los estabilizadores de ánimo por sí mismos, especialmente litio, pueden sacarle de una depresión, usted puede necesitar también tomar un medicamento antidepresivo para tratar el episodio depresivo. Sin embargo, si se da a solas, los antidepresivos pueden a veces provocar un problema mayor al disturbio bipolar empujando su ánimo a un nivel demasiado alto (causando hipomanía, manía, o hasta rápidos ciclos de cambio). Por lo tanto, en el disturbio bipolar, los antidepresivos son dados junto con un estabilizador de ánimo para evitar una sobrecarga.
Los antidepresivos toman generalmente varias semanas para comenzar a mostrar efectos completos. Muchas clases de antidepresivos están disponibles con diferentes mecanismos químicos de acción. Todos pueden ser efectivos.
La terapia electroconvulsiva.
Aunque la terapia electro convulsiva (TEC) ha tenido una gran cantidad de publicidad negativa, puede salvar la vida y es frecuentemente el tratamiento más seguro y efectivo para la depresión psicótica. TEC puede también ser necesitada si usted se siente seriamente enfermo y no puede esperar a que las medicinas funcionen, si usted ha tenido varios fracasos con medicamentos antidepresivos, o si usted tiene condiciones médicas ó embarazo que hacen a la terapia con drogas menos segura.
Como todos los tratamientos, el TEC tiene potenciales efectos secundarios. Aunque hay generalmente desajuste de la memoria al corto plazo, la mayoría de los pacientes de TEC consideran que los beneficios sobrepasan la posibilidad del sufrimiento al largo plazo de una severa y castigante depresión.
Hospitalización. El tratamiento en el hospital es necesitado a veces pero es generalmente breve (12 semanas). La hospitalización puede ser esencial para evitar el comportamiento destructor propio, impulsivo, ó agresivo que la persona va a lamentar después. Los pacientes maníacos frecuentemente carecen de conocimiento de que están enfermos y requieren hospitalización. La investigación ha mostrado que después de la recuperación, la mayoría de pacientes maníacos están agradecidos por la ayuda que recibieron, aunque fue dada contra su voluntad en el momento.
Durante la depresión, la hospitalización puede ser necesitada si una persona se siente muy suicida. La hospitalización está también utilizada para personas que tienen complicaciones médicas que hacen más difícil monitorear los medicamentos y para la gente que no puede dejar de usar drogas ó alcohol. Recuerde, el temprano reconocimiento y tratamiento de episodios maníacos y depresivos pueden disminuir las oportunidades de hospitalización.
¿PUEDO VOLVERME ADICTO A LOS MEDICAMENTOS? El único tipo de medicamentos a los que se puede hacer dependiente es a los ansiolíticos; si usted los está tomando, consulte con su médico la posibilidad de adicción. El carbonato de litio, que es uno de los medicamentos que también se utilizan no es adictivo, sin embargo, si usted toma este medicamento, tiene que hacerse pruebas para saber cómo están los niveles de litio en sangre, porque en dosis muy altas es perjudicial para la salud y se pueden presentar efectos secundarios.
TRASTORNO BIPOLAR EN LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
Es más probable que el trastorno bipolar afecte a los hijos de padres que lo padecen. Cuando el padre o la madre tienen el trastorno bipolar, se estima que el riesgo de cada niño es del 15 al 30%. Cuando ambos padres de familia padecen de trastorno bipolar, el riesgo aumenta a 50-75%.
Los síntomas de trastorno bipolar puede ser difíciles de reconocer en los niños, ya que pueden confundirse con emociones y comportamientos propios de la edad en niños y adolescentes. Los síntomas de manía y depresión pueden aparecer en una variedad de tipos de comportamiento. Cuando un niño o adolescente es maníaco, a diferencia de un adulto, es más irritable y propenso a arranques destructivos que de regocijo o euforia. Cuando se sienten deprimidos, es posible que se quejen de dolores de cabeza, dolores de estómago, cansancio, bajo desempeño en la escuela, poca comunicación y sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso.
El tratamiento del trastorno bipolar en los niños se basa en la experiencia lograda en cuanto al tratamiento en adultos que padecen la enfermedad, ya que se han realizado pocos estudios sobre la efectividad y la seguridad de los medicamentos en niños y adolescentes. Es importante buscar un médico que tenga la preparación y la experiencia en el tratamiento de esta enfermedad en niños, y uno con el que usted trabaje de cerca durante todo el proceso del tratamiento.
De acuerdo a la Academia Americana de Psiquiatría en Niños y Adolescentes, hasta una tercera parte de los 3.4 millones de niños y adolescentes con depresión en Estados Unidos, de hecho pueden estar experimentando el inicio temprano del trastorno bipolar.
Fase depresiva La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta el cuerpo, el estado de ánimo y los pensamientos del adolescente. Puede afectar y alterar los patrones de alimentación, sueño y pensamiento. No es lo mismo que sentir tristeza o estar decaído, ni tampoco es indicio de debilidad personal, ni constituye un estado que pueda disiparse o modificarse a voluntad. Los adolescentes que sufren una enfermedad depresiva no pueden simplemente “recobrar el ánimo” y reponerse. A menudo es necesario realizar un tratamiento que incluso suele ser decisivo para la recuperación.
Los síntomas depresivos en el adolescente son muy semejantes a los del adulto, pueden incluir: o Sentimientos persistentes de tristeza o Sentimiento de desesperanza o desamparo o Baja autoestima o Sensación de ineptitud o Culpa excesiva o Deseos de morir o Pérdida de interés en actividades habituales o actividades que antes se disfrutaban o Dificultad en las relaciones o Alteraciones del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnio) o Cambios en el apetito o el peso o Disminución de la energía o Dificultad para concentrarse o Disminución de la capacidad para tomar decisiones o Pensamientos suicidas o intentos de suicidio o Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de estómago, fatiga) o Intentos o amenazas de escaparse del hogar o Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo o Irritabilidad, hostilidad, agresión Los síntomas maníacos en el adolescente pueden incluir: o Autoestima exagerada o Menor necesidad de descanso y sueño o Mayor distracción e irritabilidad o Excesiva participación en actividades placenteras y de alto riesgo que pueden provocar consecuencias dolorosas, por ejemplo, conducta provocativa, destructiva o antisocial (promiscuidad sexual, manejar sin precaución, gasto excesivo de dinero, abuso de alcohol y, o drogas) o Aumento de la locuacidad (por ejemplo, aumento en la velocidad del habla, cambios rápidos de tema, intolerancia a las interrupciones) o Sentimientos de “excitación” o de euforia o Marcados cambios de estado de ánimo, por ejemplo, el sentirse inusitadamente feliz o tonto, extrañamente enojado, agitado o agresivo o Mayor deseo sexual o Mayor nivel de energía o Escaso sentido común en personas sensatas En la fase maníaca, algunos adolescentes experimentan síntomas psicóticos que incluyen alucinaciones y, o delirios. Para diagnosticar el trastorno bipolar, la persona debe mostrar síntomas de manía y de depresión en diversos grados, según la gravedad del trastorno. Los síntomas del trastorno bipolar, en especial en un adolescente, pueden parecerse a los de otros problemas (por ejemplo, abuso de drogas, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, delincuencia). Siempre consulte al médico de su hijo adolescente para el diagnóstico.
El tratamiento específico para el trastorno bipolar será determinado por el médico de su hijo adolescente basándose en lo siguiente: • La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos • La gravedad de los síntomas de su hijo • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos o terapias • Las expectativas para la evolución del trastorno • Su opinión o preferencia
Los trastornos del estado de ánimo, entre los que se incluye el trastorno bipolar, con frecuencia pueden tratarse de manera eficaz. El tratamiento siempre se debe basar en una evaluación integral del adolescente y de la familia.
El tratamiento puede incluir (solo o en combinación): • Medicamentos (es decir, medicamentos que estabilicen los estados de ánimo, como el litio, el ácido valproico, la carbamacepina o los antidepresivos) • Psicoterapia (generalmente terapia cognitiva conductual, de apoyo, psicoeducativa o interpersonal) • Terapia familiar • Consulta con la escuela del adolescente Los padres tienen un rol vital de apoyo en cualquier proceso de tratamiento. Un adecuado reconocimiento de los cambios extremos y variados del estado de ánimo asociados con el trastorno bipolar es fundamental para determinar un tratamiento eficaz y evitar las potenciales y dolorosas consecuencias de una conducta maníaca imprudente.
En la mayoría de los casos, es necesario un tratamiento preventivo a largo plazo para estabilizar los altibajos del estado de ánimo característicos de esta enfermedad.
¿CÓMO AYUDO A UN AMIGO? Una de las cosas más importantes que la familia y los amigos pueden hacer por una persona que padece el trastorno bipolar, es averiguar sobre la enfermedad. A menudo, las personas que están deprimidas, experimentan manía o cambios en el estado de ánimo, no reconocen los síntomas en sí mismas. Si a usted le preocupa un amigo o un familiar, ayúdele a obtener el diagnóstico y tratamiento apropiados. Esto puede implicar ayudar a la persona a encontrar un médico o terapeuta y concertar su primera cita. Asimismo, usted puede acompañar a la persona a su primera cita para brindarle apoyo. Anime a la persona a seguir con el tratamiento. Siga reafirmando a la persona que, con el tiempo y ayuda, se sentirá mejor.
También es importante ofrecerle apoyo emocional. Esto incluye comprensión, paciencia, afecto y ánimo. Entable conversación con la persona y escuche con cuidado. No realice la función de terapeuta o intente dar respuesta a las preocupaciones de la persona. Algunas veces sólo queremos que alguien nos escuche. No subestime los sentimientos expresados, pero señale las realidades y ofrezca esperanza. Invite a la persona deprimida a pasear, salir, ir al cine y otras actividades. Sea insistente de manera gentil, si se rechaza su primera invitación.
Con frecuencia es buena idea que la persona con trastorno bipolar desarrolle un plan en caso de experimentar síntomas depresivos o maníacos severos. Dicho plan debe incluir contactar al médico de la persona, llevar control de las tarjetas de crédito, llaves del vehículo o aumentar el contacto con él/ella hasta que el episodio severo haya pasado. Su plan debe ser compartido con un familiar o amigo de confianza. Sin embargo, recuerde que las personas con trastorno bipolar, como todas las personas, tienen días buenos y malos. Estar de mal humor un día no es necesariamente una señal de un próximo episodio severo.
Nunca ignore los comentarios acerca del suicidio. Infórmelas al terapeuta de la persona. No prometa confidencialidad si usted cree que alguien está cerca de suicidarse. Si usted cree que la persona puede hacerse daño en un tiempo inmediato, comuníquese con su médico. Asegúrese de que la persona exteriorice estos sentimientos con su médico.
Referencias: • Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales texto revisado (DSM-IV-TR) • Gelder G., López-Ibor J, Andreasen N. Tratado de Psiquiatría. Ars Medica, 2004. • Asociación mundial para la esquizofrenia y trastornos relacionados • Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía MVS • La Alianza de Apoyo a Personas con Depresión y Trastorno Bipolar • CIE-10
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